Saber identificar una ingesta emocional, actuar previamente para combatirla.
Desde la disponibilidad de alimentos más o menos saludables hasta establecer alimentos que me ayuden a identificar la situación
Construcción de un autoconcepto más empoderado que me ayude a coger las riendas de la situación.
Aprender a como la alimentación influye en nuestro cuerpo
Organización, compra, numero de ingestas al día. cocinar con antelación.
Si la situación se sigue agravando consulta con un profesional de la psicología.
Diagnostico
Tratamiento
Seguimiento
Basado en tus necesidades energéticas, tu historia clínica y tus preferencias. Este plan se adapta progresivamente según tu evolución, tus sensaciones y tu día a día.
Aprenderás a tomar mejores decisiones, a leer etiquetas, a planificar tus comidas y a entender cómo afectan los alimentos a tu cuerpo y a tu estado de ánimo.
La ingesta emocional desemboca en una relación compleja con la comida. El tratamiento también incluye apoyo para identificar patrones de alimentación emocional y trabajar en su mejora.
No se trata de seguir una dieta estricta, sino de mejorar tus hábitos sin perder el placer de comer. El plan se adapta a tu estilo de vida, tus horarios y tus gustos.
Las consultas regulares permiten ajustar el plan, resolver dudas y reforzar los avances. La evolución se mide con criterios técnicos, pero también con tu bienestar y tu calidad de vida.
El objetivo no es solo que desaparezcan los atracones o ingestas emocionales, sino que mantengas ese cambio a largo plazo y te sientas mejor contigo mismo.
Es progresiva
No atiende a especificidad
Se siente a nivel del estómago
No hay culpabilidad
Respeta las señales y procesos fisiológicos